sábado, 15 de julio de 2017

LOS CUATRO TEMPERAMENTOS DE HIPÓCRATES



Según Hipócrates y Galeno los humanos poseen dentro del cuerpo líquidos llamados humores, los cuales van a determinar el temperamento, pilar sobre el cual  se va a estructurar  los rasgos que quedaran arraigados como características que nos distinguen de los demás. Los sanguíneos que corresponden a la sustancia de la sangre, coléricos relacionados con la bilis amarilla, los melancólicos asociados a la bilis negra, y por último los flemáticos vinculados con la flema.

Temperamento Sanguíneo:
Los sanguíneos son gente vivaz, alegre, de esos que les encanta ser los reyes de la fiesta. Tienen un sistema nervioso rápido que se caracteriza por la alta sensibilidad, y suelen ser personas muy extrovertidas. A este tipo de personas les encanta la gente y no les gusta la soledad. Su forma de ser los hace aparentar una mayor seguridad de la que en realidad tienen, y suelen tomar decisiones basadas en los sentimientos más que en la reflexión.
Temperamento Colérico:
La persona de temperamento colérico tiene un sistema nervioso rápido y desequilibrado. Es rápido, y muy activo en sus decisiones. Este tipo de gente se caracteriza por ser muy independiente. Es extrovertido aunque no tanto como las personas con temperamento sanguíneo. El colérico se siente a gusto con las actividades. De hecho siempre tiene que tener la mente ocupada y estar haciendo algo. Adopta posiciones definidas frente a las cuestiones, y se le puede ver organizando marchas contra la injusticia social.
Temperamento Melancólico:
El melancólico tiene un sistema nervioso débil y una muy alta sensibilidad. Es muy sensible emocionalmente y es introvertido (aunque puede comportarse de manera extrovertida). Se dice que es el temperamento más rico de todos, y generalmente suele tener un nivel de inteligencia más alto que los demás temperamentos. Nadie más disfruta del arte que el melancólico y además es muy perfeccionista. El melancólico es muy crítico, es autodisciplinado, y le gusta entregarse al sacrificio personal. Toda vocación que requiera talento y creatividad es apto para el melancólico, como filosofía, la ciencia, la música, el arte, etc…
Temperamento Flemático:
El flemático evita comprometerse lo más posible, parece no alterarse nunca, y bajo su personalidad, suele experimentar más emociones que las que demuestra a los demás. No le faltan amigos porque le gustan las personas, tienen un sentido del humor natural y poseé una capacidad especial para descubrir el lado humorístico de los demás. Es de buen corazón y compasivo, aunque rara vez demuestra sus sentimientos. Procura no involucrarse mucho con las actividades de los demás, pero cuando lo hace, lo puede llegar a hacer con un grado alto de eficacia.

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